La escritura jeroglífica egipcia
Carolina Domenech Belda
Es un tipo de escritura que usa caracteres ideográficos combinándolos con caracteres fonéticos que representan uno o varios sonidos y que tiene su origen en un sistema pictográfico usado en la cultura Nagadiense. F. Champollion la definió como «un sistema complejo, una escritura a la vez enteramente figurada, simbólica y fonética, en un mismo texto, en una misma frase, incluso en una misma palabra».
El número de signos fue aumentando a lo largo del tiempo. En origen eran alrededor de 700 mientras que en época de ocupación romana contaba con más de 5000.
1. Dimensión: la proporción de lo que representan los signos no se corresponde con la realidad.
2. Disposición: los signos, en vez de estar alineados unos junto a otros, se reagrupan y disponen en el interior de un cuadrado imaginario que segmenta la superficie disponible, ahorrando así un espacio notable. La escritura jeroglífica no deja espacios en blanco, no separa unas palabras de otras ni utiliza puntuación entre frases.
Además algunos signos pueden aparecer indistintamente en posición horizontal o vertical, según convenga mejor para adaptarse a ese cuadrado imaginario.
3. Direccionalidad: la escritura jeroglífica egipcia puede escribirse en sentido horizontal o en vertical y en ambos casos puede estar orientada de derecha a izquierda o de izquierda a derecha indistintamente. En consecuencia podemos encontrar cuatro orientaciones distintas:
Para saber dónde comienza un texto, observaremos la dirección hacia dónde miran los signos, y esa dirección nos marcará el inicio del texto. Así en el primer ejemplo, como los signos miran hacia la izquierda, tendremos que empezar a leer por la izquierda, mientras que en el segundo, el primer signo es el de la derecha, siendo el sentido de escritura en este caso de derecha a izquierda. Lo mismo sucede cuando el texto se dispone en columnas verticales: si los signos miran hacia la izquierda la primera columna que leeremos será la de la izquierda y si lo hacen hacia la derecha la de ese mismo lado. En el caso de columnas verticales siempre se empieza a leer por la parte superior.
4. Pronunciación: la escritura jeroglífica es exclusivamente consonántica, no tiene vocales. Por ello, además de utilizar ciertas consonantes como si fueran vocales, los egiptólogos han adoptado un convencionalismo que consiste en incluir la vocal «e» entre el resto de las consonantes para poder leerlas:
Existen tres tipos de signos:
- Fonogramas.
- Ideogramas.
- Determinantes.
Algunos signos sólo pueden pertenecer a una de estas categorías pero otros pueden funcionar como dos o incluso tres de ellas.
Fonogramas:
- Son signos jeroglíficos que representan un sonido o una serie de sonidos y no un significado.
- Siempre son consonantes, no hay vocales aunque sí consonantes débiles o semiconsonantes.
Pueden ser:
- Unilíteros: signos que representan una sola consonante.
- Bilíteros: equivalen a dos consonantes y son los más abundantes.
- Trilíteros: que tienen valor de tres letras.
- Cuatrilíteros: signos que representan un grupo de cuatro consonantes. Son muy escasos.
Ideogramas:
- Se trata de signos que no corresponden a un sonido sino a una palabra.
- Cuando el ideograma representa la imagen de su propio objeto se convierte en un pictograma.
- Muchos fonogramas se convierten en ideogramas al colocarles un trazo vertical. La raya vertical indica que el signo no es fonético sino que debe interpretarse en su significado real como palabra.
Determinantes o determinativos:
- Se trata de signos sin valor fonético que se colocan normalmente al final de una palabra para indicar la clase semántica a la cual pertenece. Así al nombre de una persona seguía un determinativo de hombre , mujer , o niño ; al de un árbol el de árbol ; después de un concepto abstracto podemos encontrarnos el signo que lo determina, o para agua o acciones conectadas con ella. Así, contamos con una larga lista de signos, algunos son los mismos que en otras ocasiones funcionan como fonogramas, que en ciertos casos funcionan como determinantes de un término.
- Pueden aparecer o no, pero si aparecen es importante localizarlos ya que ni se transliteran ni se traducen.
- En ocasiones son fundamentales para determinar el significado de la palabra:
En ocasiones, algunos signos bilíteros, trilíteros y cuatrilíteros están complementados por signos monolíteros. Estos signos reiteran fonemas ya incluidos en el signo junto al que van y no se transliteran (son los signos marcados por un asterisco):
Como consecuencia de la utilización de complementos fonéticos resulta que una misma palabra puede ser escrita de diferentes formas usando un número u otro de signos en función del gusto del escriba o, muchas veces, del espacio disponible:
Por ello, y como cuestión práctica señalaremos que, a la hora de utilizar los diccionarios de jeroglíficos egipcios, buscaremos las palabras no por los signos sino por la transliteración que es realmente lo que tenemos que comprobar que coincide, aunque los signos con los que ha sido escrito el vocablo sean diferentes a los recogidos en el diccionario. De ahí que es absolutamente fundamental realizar una correcta transliteración de los signos.
En ocasiones se invierte el orden de escritura de los signos. Suele suceder en el caso de mencionar divinidades que, por una cuestión de respeto y deferencia, nunca se colocan al final. Es muy frecuente encontrar esta anteposición honorífica en los cartuchos reales que contienen el nombre dado al faraón al subir al trono ya que está compuesto casi siempre con el nombre del dios Ra.
Aunque en realidad el orden en que aparecen r` + nfr + k3. Lo mismo sucede en el resto de los cartuchos con nombres reales:
La escritura jeroglífica egipcia © Carolina Domenech Belda |
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