dijous, 30 d’abril del 2009

La gripe porcina vs la peste del s.XIV


La peste causó más muertes que la II Guerra Mundial, pero tardó más de seis meses en llegar a Inglaterra. Hoy todo es instantáneo


LA VANGUARDIA Phileasfogg | Londres (Reino Unido), lector corresponsal | 30/04/2009 |

Hoy Gordon Brown ha explicado en el Parlamento que la peste ha llegado ya a la isla. Me ha sorprendido verle en la televisión que tenemos en la entrada de la oficina explicando sus órdenes para aumentar el stock de Tamiflu de 30 a 45 millones (no sé si de cajas o de dosis).

Inglaterra fue el último país europeo en recibir a la peste en la primavera de 1348, uno de los años acordado, por cierto, para dar inicio al bello Renacimiento. Europa tenía entonces 75 millones de habitantes y aproximadamente 25 se fueron al otro barrio. La peste llegó a Europa en barcos procedentes de Constantinopla (un comerciante veneciano comentó que el 90% de los habitantes se contagiaron) o quizás de Caffa o quizás de varios lugares a la vez. Entonces no había periódicos así que no tenemos todos los datos. El Mediterráneo era un mar inseguro entonces, así que los comerciantes italianos seguían siempre la norma de costeggiare y de esta forma fueron infectando Chipre, Egipto y todas las tierras en la que sus barcos cargados de telas y especias fondeaban.

Hoy he empezado a ver los primeros signos de ciudades contaminadas. He leído en el 'Evening Standard' las declaraciones de vecinos de Clapham aterrorizados al descubrir que una vecina ha sido infectada. "Es terrible saber que tienes la peste en la puerta de atrás. Seguro que nos hemos infectado". Algo parecido sucedió en Sicilia cuando en octubre de 1347 llegaron los barcos genoveses infectados. Los espectros desembarcaron y Messina fue infectada. Su rival Catania hizo todo lo posible para protegerse. Messina tuvo la dulce idea de pedir protección a través de las reliquias de Santa Ágata custodiadas por los catanios y se lió. Al final, después de muchas negociaciones llegaron a un acuerdo. Las reliquias permanecerían en Catania, pero el agua bendita donde reposaban se llevaría a Messina para protegerla. Todo fue en vano. Ambas ciudades fueron devastadas y los genoveses y sus barcos fueron expulsados de la isla.

Fueron expulsados dos veces más. La primera de su propio puerto. Génova estaba como buena comerciante informada de las noticias y los recibió con flechas de fuego y piedras. De ahí llegaron a Marsella y estos lánguidamente desprevenidos les dejaron desembarcar y se infectaron. Volvieron a Génova, fueron advertidos de no desembarcar, pero las flechas ya no eran tan numerosas y ellos querían morir en sus casas. Así que sacaron la pasarela y pusieron el pie en tierra europea el 31 de diciembre de 1347. Y se acabó Génova y Europa.

La Gloria parece ser el epicentro de la peste donde esta apareció "hace unas semanas". "Unas semanas" son siempre más de dos semanas como few beers en estas tierras son siempre más de dos pints. Calcule usted la población de La Gloria, añada sus visitantes, los visitados, calcule el ratio sobre la población de México y entonces multiplíquelo (pero bien hecho ¿eh?) por el número de bicicletas, coches, barcos, trenes y aviones que diariamente entran y salen de México, añada el factor de las diferentes ciudades de los potenciales pestilentes y después haga una derivada con el número de aviones que entran (y salen) cada día de los cinco aeropuertos de Londres y tendrá rápidamente el nivel 6 de pandemia.

La peste de 1348 en Inglaterra causó más muertes que la Segunda Guerra Mundial y es el acontecimiento más espantoso de nuestra historia. Pero tardó más de seis meses en llegar a Inglaterra desde que tocó Sicilia. Hoy todo es instantáneo. Ocho países infectados de gripe porcina. Uno de los londinenses infectados estuvo en Canadá y volvió a Londres vía Nueva York. Las combinaciones son infinitas. Así que me parece que Gordon se ha quedado corto. De momento, necesita ya 1.900 dosis (o cajas) para la Escuela que el Gobierno de su Majestad ha cerrado sin miramientos esta tarde durante siete días. Los alumnos corrían gritando "tápate la boca", antes de sus vacaciones.