JOAN CARLES AMBROJO - Barcelona
"Lo que hace interesantes a los humanos no es el hecho de las palabras en sí mismas, sino poder aprender y crear nuevas palabras", explica Gary Marcus, profesor del departamento de Psicología de la Universidad de Nueva York.
Claro que, para Marcus, el lenguaje es imperfecto, con fallos de diseño como "las frases ambiguas" o el empleo de la memoria. Según menciona en un libro de próxima publicación, el lenguaje es un parche similar a la columna vertebral, "un mal diseño de la evolución para soportar el peso del cuerpo", asegura. Marcus investiga actualmente en las raíces del lenguaje en los niños y cómo se consigue adquirir la gramática.
"Enseñamos a niños y bebés una gramática muy simple con frases como ga-ta-ta o na-na-ta y hemos visto que bebés de siete meses son capaces de distinguir diferencias cuando cambiamos el orden; se muestran interesados y creemos que intentan entender la gramática de aquello que escuchan".
Marcus también trata de responder hasta qué punto el lenguaje se aprovecha o se crea a partir de la memoria, utilizada para otros motivos, o la separación del lenguaje del resto de la mente. La arqueología y paleogenética también están poniendo su granito de arena, aunque "el idioma no se fosiliza en los yacimientos", comenta el arqueólogo Francesco d'Errico, del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia. D'Errico forma parte de los que defienden el desarrollo gradual del lenguaje.
"Los hombres arcaicos de Europa y de Eurasia podían tener un idioma, aunque no sabemos si era parecido al del hombre moderno en África".
Durante el último año se han realizado varios descubrimientos arqueológicos en el continente africano y en Europa que demuestran que había un comportamiento simbólico en África hace más de 40.000 años. D'Errico ha participado en el estudio de las trazas microscópicas de los desgastes de un tipo de conchas que se utilizaban como adornos corporales en un yacimiento en Marruecos, entre otros. En cambio, en Europa, durante el Paleolítico Superior se llegaron a utilizar 190 especies distintas de conchas, algo que está relacionado con la regionalización de los objetos de adorno "y que probablemente signifique que ya había una diferenciación etnolingüística, una regionalización de los idiomas en Europa".
La eterna pregunta: ¿hablaban los neandertales? "Tuvieron comportamientos que nos lo hacen pensar, aunque fuera de manera distinta al hombre moderno". Crearon sepulturas, emplearon pigmentos oscuros para la piel y útiles óseos. También parecen corroborarlo los últimos descubrimientos antropológicos realizados por otros investigadores, como huesos que sugieren un aparato fonatorio, o la presencia en los restos de la cueva El Sidrón, en Asturias, del gen FoxP2, crucial en el desarrollo del lenguaje. "Si hablaron, esto favorecería la hipótesis multigenética de los idiomas; los idiomas han podido desarrollarse en varios momentos y también desaparecer", concluye D'Errico.
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