dimarts, 6 d’octubre del 2009

Mitos de la historia de Cataluña: la sardana




El padre de la sardana se inspiró para su creación en las zarzuelas

A mediados del siglo XIX la sardana deviene el baile de moda del Empordà 
La sardana, emblema del republicanismo federal, y el "contrapàs", de los carlistas


JOSEP PLAYÀ MASET  | LA VANGUARDIA, Figueres | 04/10/2009 | Actualizada a las 01:57h | Cultura


El catalanismo político de finales del siglo XIX convirtió la sardana en la danza nacional deCatalunya y al músico Pep Ventura (1819-1875) en un mito venerado por todos los públicos. Y para ratificar esos valores se reinventó la biografía del músico de Figueres y algunas sardanas de tonos bélicos o con referencias a las zarzuelas y óperas de moda quedaron proscritas porque no encajaban en el discurso más purista del catalanismo. Un proceso de mitificación que ahora se revisa en una novedosa exposición en Figueres. 

Pep Ventura abans del mite: quan la sardana era un ball de moda
 es el título de la exposición que puede verse en el Museu de l'Empordà hasta el 1 de noviembre. La muestra ha sido comisariada por la historiadora de la música, Anna Costal, que es también tenora de la cobla Vila d'Olesa y trabaja en una tesis sobre el mismo tema. Y se complementa con un catálogo, a punto de ser presentado, con aportaciones de Joan-Lluís Marfany, Pere Gabriel, Jaume Ayats, Francesc Cortès y Aurélie Vialette, entre otros. Además se ha grabado un CD a cargo de la Orquestra Nova Pep –formación creada para la ocasión– y la Nova Euterpe –un cuarteto vocal de Vic–. "Por primera vez se ofrece la música de Pep Ventura sin auras míticas ni legendarias, la música que sonaba en Figueres, cuando en el teatro Municipal actuaban compañías italianas de ópera, las sociedades corales eran la voz de la clase obrera y los jóvenes republicanos bailaban sardanas revolucionarias", ha explicado la comisaria Anna Costal a propósito de ese sorprendente CD. Por esa razón, en el disco no se han grabado ni el Per tu ploro ni otras célebres composiciones de Pep Ventura. Al contrario, se reproducen piezas como Sardana de la Sonàbula, que recoge fragmentos de una ópera de Bellini estrenada en Figueres en 1866, y otras sardanas del Avi Pep, inspiradas en zarzuelas, como El diablo en el poder de Barbieri, o en canciones revolucionarias como La cançó del 6 d'octubre o el himno de Riego. Costal explica que en aquellos años "muchos músicos de orquesta también formaban parte de las orquestas de los teatros y combinaban las óperas y zarzuelas en los escenarios, los bailables en los salones y las sardanas en las plazas". Y gracias a la versatilidad de estos intérpretes, los diversos géneros musicales se mezclaban con facilidad. Sin embargo, Josep Pella i Forgas, en su popular Historia del Ampurdán (1883); Jacint Verdaguer, en su poema L'Empordà (1884); Joan Maragall, en sus elogios de la sardana y de las tierras ampurdanesas, o Josep Pous i Pagès y Pere Coromines, en las primeras biografías de Pep Ventura, depuran esas supuestas desfiguraciones. Aquellas sardanas que en las plazas de pueblos y ciudades eran acogidas con más entusiasmo por estar basadas en fragmentos de los éxitos de las temporadas de ópera y zarzuelas más recientes no sólo no se citan, sino que se consideran pecados de juventud atribuibles a la escasa formación musical de Pep Ventura. "Desde el principio –escribe Josep Pous i Pagès– el músico ampurdanés pagó también tributo a la chabacanería de la época, poniendo en ritmo de sardana los motivos de los operistas italia-nos más a la moda. Pero ¿cómo podía librarse, pobre músico aislado en un rincón del mundo, de rendir homenaje a lo que era tenido por indiscutiblemente superior, en opinión de las personas letradas?".

Lo que se intenta transmitir a partir de laRenaixença es que la sardana, que pronto se extiende por toda Catalunya, es una danza de raíces helénicas, vinculada de antiguo al folklore catalán y sin relación con otras músicas contemporáneas. Se ensalza a Pep Ventura como el gran renovador de la sardana, el compositor de orígenes humildes capaz de levantar una danza pura, fraternal y moralizante que representa lo mejor del país. 


La exposición del Museu de l'Empordà intenta descifrar ese mito romántico recurriendo a las partituras originales de esas sardanas, incluso con la reproducción en audio de varias de las más conocidas, y a documentos, instrumentos y fotografías de época. En el primer ámbito se explica el oficio de músico, compatible con los de sastre (parece que Pep Ventura lo fue también en sus inicios), zapatero, baster o cadiraire. Se dice que los menestrales disponían de una flexibilidad horaria indispensable para poder ir de bolos los fines de semana. 


En el segundo y el tercer espacio se plantea la sardana como baile de moda ampurdanés y como emblema republicano federal por contraposición al ball del contrapàs, que era defendido y reivindicado por los carlistas. Aquí se muestran instrumentos como la tenora que utilizó Pep Ventura, actualmente en el Museu de la Música de Barcelona. 


Finalmente se analiza la imagen catalanista de Pep Ventura y la creación del mito. En este último ámbito se expone desde el primer disco de piedra de sardanas, que la cobla Antiga Pep de Figueres grabó en 1908 en París para la casa Pathé Frères, hasta los distintos libros sobre Pep Ventura, los dibujos de Dalí y los carteles de los festivales de homenaje que se celebraron en Figueres a principios del siglo XX para perpetuar la memoria de este músico.